martes, diciembre 22, 2009

Mañana



Esperaba creer que el silencio podía quedarse entre nosotros, que las luces de la ciudad y los ruidos de sus almas (tantas almas que fluyen durante estas fechas) quedaban aparte de todo en lo que podríamos creer...


La lluvia se deja caer amable sobre el cabello y el cuerpo de las mujercitas delicadas color té y uvas negras.




Hay que despertar al hombre
Que todos conocemos
Con los dedos hacia el cielo
En el que todos vivimos
El que tenemos dormido en pedazos
Dentro de la niebla






No nos pusimos de cabeza, pero pusimos de cabeza nuestras creencias.


Tenemos las piezas y encontraremos el alma.

lunes, diciembre 14, 2009

Trilce



TRILCE

Hay un lugar que yo me sé
en este mundo, nada menos,
adonde nunca llegaremos.


Donde, aun si nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.


Es ese sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.


Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.


Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.


El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquiera parte.


Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.


—Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. —¿Está?— No; su hermana.


—No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
do van en rama los pestillos.


Tal es el lugar que yo me sé.




César Vallejo

+

Gracias

Me siento bien, me siento muy bien ahora.
Como si las luces de la ciudad me dieran su calor y brillo
Como si todo lo bueno sería irremediablemente malo
No, está mal.

Como si todo lo malo fuese irremediablemente bueno.






Volví, pero no en forma de fichas