Mojo mis sueños con lágrimas secas, camino distante del aire que respiras, en silencio esperando no despertarte.
En la vida existen muchas cosas: perros, hombres, lagrimas, tierra, niñas feas con mucho maquillaje, y así será siempre, mas cuando tenemos que despertar, siempre es con un sabor a hiel en la lengua.
Entonces me dan ganas de disfrutar de las palabras de nadie:
No puedo dejar de oír, que no es una pared…
Cuando el aire de la tarde se torna azul, mi mente se separa de mi piel y el camino no es camino, es senda.
Cuando el aire de la tarde se torna azul, me dan ganas hasta de rezar.
Desde hace tiempo, he estado esperando por tu nombre, un momento en medio de la tarde, donde el alcohol no es sólo alcohol, son las alas del más grandioso angel del “señor”, alas de amor.
Si algún día lo vieras, sabrás que ya no te espero, que estas siempre conmigo, siempre en un sueño, que se dio, justamente después de una tarde, en que el aire se tornó azul.