lunes, enero 09, 2006


¿Pensaste sí es que podrias llorar sangre?
¿Alguna idea?
Llorar puede lograr muchas cosas.
Es dificil neagarse a una lagrima, mucho más difícil cuando son dos.
Yo no puedo hacerlo.
¿Caminar en medio de un mundo repleto de odio, muerte, avaricia, mentira, desamor y lagrimas de sangre ?
¿Es eso lo que me queda?
Marcas de odio en sueños lejanos, rastros de sangre en años de guerra.
Y nos vemos.

3 comentarios:

Fabricio Callapa Ramírez dijo...

Somos la hegemonía del vacío. Un absurdo universal...¿por qué habría que preocuparse?
En la carrera cíclcica de la historia cada quien espera su auge y sin embargo tal vez llegue su ocaso y morirá creyendo que alguna vez ocurrió lo que nuca pasará...
Todavía recuerdo las cosas que jamas sucedieron ¡maldita imaginación!

Anya dijo...

BUeno lo primero que opino, es que de la puta, esta la foto, me gusto la verdad, pero esa foto es real, es lo que me pregunto???
Bueno Alvaro sigue adelante con tus maquiavelicas cosas, jajaja
suerte and fuck

Polux dijo...

Réquiem para Juanito (para no dormir)
Uno suele soñar con lo inexistente, uno quiere despertar y nunca puede…
El hombre no se consume en un fin…
Pólux
Sólo un hombre, quieto, en silencio nada que pueda interrumpir un baño silencioso de agua tibia e inmóvil, el vapor se eleva y gira con suaves formas hacia el techo. Unas manos de mujer lavan el cuerpo que se conserva estático a falta de vida.
La piel pálida de un ángel desnudo por el tiempo, consumido en muerte y ahora mismo tan solo… labios le llaman a la vida, labios que besan la frente sin vida. Se quita la venda de los ojos y contemplando a su cadáver, en desacuerdo con el silencio rompe las puertas y sale hasta donde brilla el eterno.
Y esta vez con más fuerza que en vida, contempla cada espacio con la avidez de un hombre que es libre después de una vida llena de cadenas, y adicciones. Se alimenta del cielo, en especial del aire que despiden las alas de las aves en vuelo.
En las distancias brilla el eterno y tiembla el cielo que es azul por inmenso. Y en la desnudez ya no hay frio que penetre la piel… si quisiera algo además de ser inmensamente libre, es sentir los besos que no le tocan ahora. Y las lágrimas rosan la piel de las mejillas, un sueño que condena a amar más de lo que se puede lograr… brillar hasta el fin.
Y ya no quiere estar muerto.
La mira dormir y ve sus pies desnudos fuera de la cama, ella no duerme mucho, esta desnuda esperando un abrazo, sale cubierta por el sonido de la luna en la piel, hacia la ventana desde donde se puede distinguir al eterno… ella se inclina un poco y él la abraza hasta el amanecer donde las almas se elevan en libertad, como las cenizas que abren su camino en medio de la niebla.
Guión video musical
Primera escena- cuarto de baño, un lugar destrozado por el tiempo y la naturaleza, ambiente húmedo, lleno de telarañas, paredes blancas pinadas de cal, figuras religiosas en las paredes, la luz entra por una ventana que da directamente al poniente. En el alfeizar un pequeño mantelito bordado a mano, viejas fotografías en blanco y negro, y en el medio del cuarto una tina blanca de hierro enlozado. Todo está lleno de polvo. Existe una forma de salir del cuarto, y es una puerta cerrada tan vieja y sucia como todo dentro de ese cuarto.
Luz artificial amarilla, desde una esquina hacia el cuerpo, dejando grandes manchas de sombra en las esquinas.
Un hombre joven, de veinticinco a treinta años, está parado desnudo en frente de la tina con los ojos vendados. Se ve claramente que hay otro hombre en la tina, este hombre permanece quieto al igual al hombre que está parado, algo pálido, de cara larga y pómulos anchos, piel blanca, barba desaseada (su rostro no será revelado a nadie todavía). De pronto una mujer entra, esta lleva un vestido largo, es de color celeste o blanco muy claro para distinguirse por la luz amarilla que baña el lugar. Entra como una bailarina de ballet entraría a un escenario, se desliza suavemente hacia la tina, donde cae de rodillas, frente al cuerpo del hombre desnudo en la tina… algo de vapor se levanta hacia el techo, pero la piel no cambia, es la misma, no se calienta, sigue pálida. La espuma se levanta un poco, una esponja húmeda pasa por el pecho de este hombre pálido. El agua se mueve lentamente hacia abajo… es una mujer de manos delicadas, delgados dedos largos, pelo oscuro y largo, que también se moja con el agua.
El mismo momento en que la mujer entra el hombre desnudo desaparece de la habitación, pero un momento después vuelve a aparecer, justamente cunado la mujer comienza a lavar al muerto.
Gotas de agua caen de los dedos de la mujer que comienza a llorar, pero con calma, sin desesperación, no grita, murmura unas palabras, tiene toda la paciencia del mundo, todo el amor que queda en ella, hace que pueda seguir lavando al muerto.
Se muestra al muerto entonces y el hombre desnudo de los ojos vendados, pierde la mordaza que le protegía de la realidad, cae y ve su cuerpo muerto siendo lavado por la mujer que ama. Él no se da cuenta pero está lo suficientemente muerto como para no poder amar. Se acerca a la mujer se arrodilla a su lado, pero el cadáver le mira y entonces sale abriendo la puerta hacia el ocaso. La luz de sol entonces penetra e ilumina hasta la más oscura sombra de la habitación. La mujer queda paralizada con el cadáver. Todo deja de moverse, el tiempo ya no existe. Un reloj antiguo de madera que deja de funcionar repentinamente, las fotografías y las figuras religiosas, el rostro quieto de la mujer iluminado con demasiada luz…
-Una lágrima cae por la mejilla de la mujer que lava el cuerpo el muerto (de ahora en adelante Antje)
Desde este momento, el hombre de la venda en los ojos (llamémosle Juan) se pierde en la luz que termina por cubrir todo su cuerpo sin dejar sombra alguna
Segunda escena
El hombre aparece por todos los lugares bellos que pueden existir en los recuerdos de los hombres, distintos lugares llenos de vida, el cerro en la madrugada, un atardecer en la carretera, una noche estrellada, lejos del ruido: luces de la ciudad e imágenes que van desde el amanecer de un día hasta el segundo, con las imágenes, luces de colores en la cara ,recuerdos de la niñez, juguetes antiguos… etc. luz natural, fotografía y stopmotion animation
Al finalizar todas estas escenas de belleza, una lágrima cae por la mejilla de Antje, que sigue lavando al muerto.
El hombre reacciona al sentir la lágrima que cae lentamente sobre su cuerpo, y entonces comienza a correr hacia su casa, deja el amanecer que le llama… luz natural, amanecer, montañas…
Tercera escena
Cuarto de Antje, un edificio elevado, panorama de la ciudad o un cuarto con grandes vitrales, o una ventana grande en la que lleva una cita escrita. “Donde el sol no deja de llover/mis ojos han dejado de lado /a ese beso que te toca”….* está lo atardeciendo, pero es un atardecer nublado, donde la luz es insuficiente, aire azul. Luz natural, cuarto amueblado, cosas en el suelo, ropa arrojada, una foto en blanco y negro, libros, cigarrillos (colillas viejas…) en el cenicero, un florero con rosas rojas, luz artificial…
Antje, se recuesta sobre su cama y lee la cita (que se nota claramente) la repta, se ve en sus labios
Se levanta y camina hacia donde está el florero, lleva un vestido negro ligero, está descalza. Juan aparece en su habitación e intenta tomarla la mano, él no puede sentirla, y se aleja con un salto de miedo.
Comienza a desojar una flor, y suelta todos los pétalos a la calle, que caen lentamente…
Juan no sabe que hacer, ella fuma mirando como se oculta el sol… el se detiene a pensar viendo los detalles de las manos de Antje, los ojos, la examina, pero no puede tocarla… el hombre intenta abrazarla, pero al momento de rozar su piel, retrocede espantado hacia las sombras… ella murmura un par de palabras y enciende otro cigarrillo, llora.
De va quitando la ropa y entra a la cama donde intenta dormir.
“En las distancias brilla el eterno y tiembla el cielo que es azul por inmenso. Y en la desnudez ya no hay frió que penetre la piel… si quisiera algo además de ser inmensamente libre, es sentir los besos que no le tocan ahora. Y las lágrimas rozan la piel de las mejillas, un sueño que condena a amar más de lo que se puede lograr… brillar hasta el fin. “
Y Juan no quiere estar muerto.
La mira dormir,
La mira dormir y ve sus pies desnudos fuera de la cama, ella puede, se levanta, ya es de noche, esta desnuda esperando un abrazo es entonces que ella se inclina un poco y él la abraza hasta el amanecer sin miedo, sin sentirla pero lo hace. Y es entonces que llega el sol, ilumina la cita que está escrita en la ventana esta desaparece en un mar blanco de luz inexistente.

Fin



anitalavalatina