martes, diciembre 22, 2009

Mañana



Esperaba creer que el silencio podía quedarse entre nosotros, que las luces de la ciudad y los ruidos de sus almas (tantas almas que fluyen durante estas fechas) quedaban aparte de todo en lo que podríamos creer...


La lluvia se deja caer amable sobre el cabello y el cuerpo de las mujercitas delicadas color té y uvas negras.




Hay que despertar al hombre
Que todos conocemos
Con los dedos hacia el cielo
En el que todos vivimos
El que tenemos dormido en pedazos
Dentro de la niebla






No nos pusimos de cabeza, pero pusimos de cabeza nuestras creencias.


Tenemos las piezas y encontraremos el alma.

lunes, diciembre 14, 2009

Trilce



TRILCE

Hay un lugar que yo me sé
en este mundo, nada menos,
adonde nunca llegaremos.


Donde, aun si nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.


Es ese sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.


Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.


Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.


El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquiera parte.


Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.


—Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. —¿Está?— No; su hermana.


—No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
do van en rama los pestillos.


Tal es el lugar que yo me sé.




César Vallejo

+

Gracias

Me siento bien, me siento muy bien ahora.
Como si las luces de la ciudad me dieran su calor y brillo
Como si todo lo bueno sería irremediablemente malo
No, está mal.

Como si todo lo malo fuese irremediablemente bueno.






Volví, pero no en forma de fichas

domingo, octubre 04, 2009

La distancia


No podía creer que era el eco de su voz el que se rompía en sus pasos. Lotario llevaba la cabeza baja y pensaba -como siempre- en esas cosas que a Pallas muchas veces creía aburridas y otras tantas estúpidas.

- ¡Lotario, Lotario! -rompían las olas de sus labios- ¡¡¡oye!!! -Terminaron de romperse-¡Ya va media cuadra que te voy llamando!- con un pie detrás del otro y una distancia calculable a simple vista de dos metros y medio, un encaje de rostro que podía describirse con unos pocos armónicos trazos precisos: para los ojos, para la nariz y para la boca, y el canto lejano de una avecilla del parque -quizás un tordo- que se fundía en esa distancia de dos metros y medio que los unía y a la vez los separaba. Lotario se quitó los audífonos, giró y sonrió al ver los pasos alargados que corrían en esas piernas delgadas y forradas de cuero. Pallas no era una mujer que sería fácilmente considerada bella, era de gracia simple pero tenía un corazón esplendoroso de calidos pensamientos y sentimientos.

- Media hora tarde -Dijo Lotario, mientras llevaba las manos a los bolsillos del pantalón- como dijiste, me alegra que cumplas lo que dices, mujer. El rostro de Pallas poco a poco iba tomando el color dorado del atardecer; ella se llevó la mano al pelo, donde los cabellos se enredaron curiosos al sentir sus dedos. Despeinada, agitada y quizás algo sedienta, se detuvo jadeante frente a Lotario. Él, por otra parte, había sacado dos cigarrillos y un encendedor, encendió ambos en sus labios y tomando delicadamente la mano derecha de Pallas, dejó uno entre sus dedos - Cuando uno está enamorado no piensa mucho, ¿no? - le dijo mientras sentía el tibio calor que desprendían sus manos, esas manos suaves, esas manos suyas que aplacaban en Lotario, el frío del viento que ahora jugaba a confundirse con los cabellos de Pallas.

Y la besó.

– ¿Nos vamos? - Dijo Pallas - y Lotario no dijo nada, solamente caminó hacia donde creía que el sol se ocultaba. No con mucha confianza todavía, Pallas se aferró al brazo izquierdo de Lotario; ella parecía una niñita que estira los bracitos para lograr el favor de la madre, y el sentía el clima cambiar sobre su cabeza, imaginaba las nubes e imaginaba el sol…mientras tanto, ambos cogían lo mejor de ese sublime silencio que poco a poco se iba formando entre ellos.

Caminaron muchas calles hasta que notaron que jamás alcanzarían el ocaso. Una banca, cigarrillos y un atardecer memorable. - Falta un vino- dijo Lotario y se acomodó en la banca junto a Pallas. Ella se apoyó sobre el hombro de Lotario con gracia felina; y mientras fumaban Pallas levantó las manos se puso a apuntar hacia una nube que todavía flotaba en el cielo y siguiéndola con la vista y la punta de los dedos, preguntó despreocupada, pero curiosa:- Oye, ¿En verdad no me escuchaste cuando te llamé la primera vez hoy en la tarde? Llamé lo suficientemente fuerte como para que olvides que llevabas audífonos.
- ¿La verdad? -Dijo Lotario y doblando la cabeza para mirarla, sonrío.
- La verdad. -Dijo severa Pallas, pero ella aguardaba con más curiosidad que severidad, sin embargo no era una curiosidad morbosa, no, era más bien la misma curiosidad de mujer que llevan todas, esa que hace que los hombres repitamos una y otra vez las cosas que sentimos o que pensamos, la misma que lleva una mirada fugaz de viento y con un rosado sediento en los labios de la espera. Lotario miró hacia el frente, hacia la calle húmeda y observando cómo una paloma cruzaba el camino mientras otras veinte volaban sobre ella, observó los dedos de pallas trepando las nubes y la luz de un último rayo de sol cuando se volcaba sobre sus labios. Fue entonces cuando notó que los ojos de Pallas brillaban tanto como ese recuerdo dorado con el que soñamos todos: ese segundo que se vive toda la vida, ese recuerdo que supera todo y se torna inmortal en la mente de un solo hombre y una sola mujer; él la miró y dijo sin dudar: - Es por la ternura que depositas en mi nombre cuando me llamas.

De pronto mucha gente comenzó a llenar las calles de la ciudad, numerosas personas caminaban por la calle que les veía, unos tristes, unos pobres, otros felices y varios amantes, y mientras Pallas le miraba con ternura, habían hojas que caían sobre el pavimento, luces de la ciudad que comenzaban a encenderse, el humo del cigarrillo de Lotario formaba unas curvas imposibles y etéreas desde sus dedos, el mundo se poblaba nuevamente de vida, de rostros y enigmas. Lotario sintió por un segundo, que esa masa de carne sangrante, latente e incontenible de dudas paraba de hacer tanto bullicio al encontrarse con esa cosa que algunos llaman quimeras, brujerías, temores y que algunos simplemente llaman L’amour.

- Vive mi boca dentro de la tuya. Dijo Lotario después de un par de minutos, quizás dos; y Pallas, complacida e irreal; fingida sobre ese holograma que juntos había inventado, tan irreal como increíblemente feliz dijo:
- ¿Qué?
- Consumo, por lo menos, tres segundos en decirlo… vive mi boca dentro de la tuya y son las mismas palabras que desconcuerdan y desafinan la melodía del significado latente en su vida, mi boca vive dentro de la tuya. Y son cortadas de raíz las formas simétricas/deformes de sentido al verse amarillas en tu significado: vive tu boca tuya dentro de la mía y la mía va calmando la sed del llanto a la que algo le susurras al pasar, a la que atraviesas con la mirada salvaje y el recuerdo confundido en venganza y cordura: de mi la boca, tu boca vive tuya… dentro o fuera de dos medios vasos y dos cometas alados de tiempo y bruma, de tiempo y espuma… mi boca burbuja, tu boca espuma, dentro de la bruma, la tuya o quizá, más frecuentemente, la mía.






A ver... a ver el fin como va??





lunes, septiembre 07, 2009

¿Les cuento?


Pasa que hace como 7 años mis cumpleaños siempre, a pesar del optimismo, han sido los más mierdas de toda mi vida. Creo que tomar el té con mis hermanos y mis padres, es el recuerdo más placentero de todos esos días cincos de septiembre.

Bueno… este año fue la misma mierda, pero no como años anteriores-por suerte.

Todo comenzó ese año de mierda el 2002, cuando ya quería hacer estupideces… carajo… ese maldito censo que no nos dejó salir de nuestras casas… y al año siguiente… no recuerdo, pero seguro me quedé en casa con mis hermanos. Pero el 2004… mierda Llawar en concierto… FUCK una cagada… otra vez… los hijos de puta del festival de la cultura y su mierda de meter a una banda de metal andino a una puta peña folclórica. Mierda… bueno el año que siguió fue otra mierda, conflictos existenciales de mierda… bueno… 2006 todo el mundo de mierda se olvidó de mis cumpleaños.

El año que se lleva la flor es el 2007: infección estomacal y para terminar peor la noche me gasificaron mientras planeaba hacer algo con mis amigos en un maldito café Internet de mierda… carajo, esos movimientos de la capitalía si me molestaron mucho. El año pasado, otro concierto: Oil… y no… ni con todas las ganas del mundo… esa maldita gastritis que me aqueja… dulce de leche + comida frita + ají + licor= adiós concierto… todavía recuerdo a mi amigo que me decía: ¿¡Cómo es!? ¿¿Vamos?? -Y yo… con la cabeza entre mis manos: “espera… vomito y vamos”.

Mierda… parecía un maldito muerto de mierda, ni siquiera podía moverme de mi asiento… desgracia, desgracia… y este pobre abatido tuvo que quedarse vomitando toda su amargura…

Y bueno este año… eran los festejos de mi carrera y la semana era prometedora después de dos fiestas (una de la que no recuerdo nada y otra en la que estaba ebrio pero feliz), solamente faltaba la una fiesta más… y no… a un huevón se le ocurre morirse ese día… carajo… bueno, a falta de fiesta buenos son los bares: ¿Y mis amigos? ¿Dónde mierda se metieron mis amigos?... pues nada… a casa a ver series viejas… carajo… todo iba mal hasta el sábado, cuando unos amigos me llamaron para ir a comer algo –bueno, no era licor pero peor es nada- y ese maldito convite de mierda… boludos y boludas con sombrero dando vueltas como putos por la ciudad… que de la mierda… y de pronto aparecen unas amigas y dicen: ¡vamos al florín! – y en mi sano juicio pensé que estaría bien, pero nada…- después de un par de cervezas y un licor raro, casi muero. Esa situación se tornó insostenible: a vomitar a mi casa… carajo, ¡¡¡parecía una nena bulímica!!! Por suerte no me robaron camino a casa, pero después de botar todo lo que anidaba en mi interior decidí, por primera vez, beber solo. Bueno… tenía una botella de whisky así que no me interesó mi enfermedad y me puse a beber hasta quedar medio ciego. No quería saber más de licor, hasta anoche: amigos y Cuba libre. Bueno… pudo ponerse peor.

Me fui temprano el domingo en la noche… no tenía paz ni nada dentro de mí… no podía imaginar todo lo que había pasado en todos estos años, y los detalles que perdí tanto querer olvidar, y no es el karma, aura oscura, mala onda o como quieran decirle, pura mierda… es que en verdad, estoy hecho de mala suerte.




Y bueno... para terminar con algo de estilo:

...Und der Wille liegt darin, der nicht stirbt.
Wer kennt die Geheimnisse des Willens und seine Macht?
Denn Gott ist nur ein großer Wille, der alle Dinge mit der ihm eigenen Kraft durchdringt.
Lediglich aus Willensschwäche überliefert sich der Mensch dem Tode. (Joseph Glanvill)

en otras palabras: Vamonos a la mierda.

domingo, agosto 16, 2009

Melancolía


Hay palabras que se escapan de mis sentimientos,

Tanto caminar la luna se convierte en cariño

No lo digo yo, lo dice todo el mundo en forma en viento.

Es un crimen parecido al amor

Que me hagas el corazón un nudo cada madrugada tanto llorar

Esto parece verdad para mí

Es que las oraciones se aparecen como si las escribiera un loco o un diablo…

Hay un alma que cayó inerte sobre tus labios

Es sólo el aliento del tiempo reflejando la inmensidad de la melancolía desaforada

que de luces nace encantada

Hay un canto que causo la muerte de los lagos

Estas escrita para mí

Mis ojos lloran lagrimas de cera

Y termina siempre deseando ser paz y claridad

Odio la palabra poeta

Y me parece más increíble el amanecer

si lo veo sentado en mis sentidos

saliendo de los arboles

sembrando miseria

ocultando el rostro

y temblando desnudo.




Hay palabras que suenan igual que el dinero

Melancholie - Albrecht Dürer

viernes, agosto 07, 2009

Como para no acercarse



El corazón de los hombres , frutas que no tienen forma ni sentido, irreales… El comienzo “de esa falta de”

- Como para verse madurar y salir corriendo. Viviendo con suerte entre la luz de los tambores

Se forma el rio irreal de concreto, en ellos las nubes se reflejan delirantes de alegría y paciencia. Se crearon tambien millones de millas de carreteras verdes y cantinas sin licor. La vida empieza desde adentro, responsable de el crecimiento del amanecer que se ve errar al no brillar a lo lejos.
- La lluvia cae en mis sueños, viviendo clandestino e indiferente, igual que siempre…
Anoche se podia escuchar las voces que rozaban las tinieblas y las falsas cabezas de inventados dragones, que retumban en los corazones irreales de los hombres sin forma ni sentido, donde es eco el día que comunica el mal sin ocultar lo real.

- Sabes, lo que creo poco importa si es que no me escuchas.
- Yo creo en dios, y no creo que haga falta que diga algo para sustentar mi creencia/carencia. Me acerco sólo porque te deseo. No me importa si hay alguien que te abraza o te besa, o reza por ti…

Me muero por ti.

- Yo no.

Es irresponsable el destino al crear una luna desterrada de luz y abrigo sin caminos, sin averturas y sin categorías, sin cambio y sin…

- Tantos caminos me quedaban, ahora sólo estás vos…
- Que triste.

Una palabra, dos paredes, cuatro orejas y dos lenguas que se cruzan una vez más.





Temblando

viernes, julio 31, 2009

De Spiritu Sancto

- Es muy normal que las flores se marchiten.
Eso suele decirme mi madre cada mañana al ver las flores muertas en la basura. Nunca pensó que para mí, rara vez las flores se vuelven cordones de zapatos, pajaritos de papel o en nubes o razones. A veces, cuando tienen miedo, se colocan los petalitos sobre la cara y esperan a que se caigan los sollozos que terminan cegando a las pobres hormigas. Estas terminan viviendo en hoteles llenos de trenes y en zaguanes vacios. Casi nunca preguntan la hora - y si lo hacen temen no ser escuchados- lo más común es que vivan sus vidas como un ocaso o que se llenen las bocas de arcilla para jugar a las margaritas silvestres.

En veinticinco años sin Julio, junio siempre ha llevado sabor a sueño,. Acá es siempre invierno y ni los hoteles ni los zaguanes aguantan a tanta gente en un año más sin julio; y sin él ya ni pensamos en la primavera que siempre hantes de llegar se duerme sobre la hacera un enorme sueño, esperando siempre que algún peatón nos devuelva los 25 julios pasados.







A un cronopio perdido en el tiempo y en las carreteras; perdido en los bolsillos grandes y pequeños y en la tierra; en los libros de algunos y en los corazones de aquellos.




miércoles, julio 22, 2009

Y la estrella se llamaba ajenjo


Una noche que no tenía causa ni estrellas
Desfigurado y olvidado
Sosegado en mis pasos,
Vigilado por sus voces

Siglos en calma
Soy un hijo que nació sin manos
Entre las hojas viento que llevan las hojas
En un imposible silencio

Soy el hijo que dejó de mirar
Quiero desterrar toda la miseria
O vivir los siglos
Que nacen de tu mano

Imposible de secretos
Custodiado por sus pasos
Quiero esperar a la estrella que se llamaba ajenjo
Imposible de deseos
En siglos desvastados
Imposibles de mirar

quiero explotar

inconfundible

en la cabeza de los que no tienen significado

viernes, julio 10, 2009

No podía creer, que era el eco de tu voz el que se rompía en mis pasos.



No puedo reparar las manchas...esas que dejan los sentimientos que desaparecen...

Y las hojas se desvanecen en el aire y como eres distinta, sigo esperando al pasado.


No tienes nada que ver conmigo.


Poco a poco fui obviando el color de tus labios

Olvidando las formas


No dejes que me de cuenta cuando abras la puerta

Para salir volando en respiros

No podía crecer que era el eco de sus pasos los que se rompían en mis pasos...





Ángel, puedo ver la sutileza de la tormenta en tus ojos

No sé si naciste o repentinamente apareciste aquí.

¿Cómo te llamas?

Hay cosas que puedo hacer, cada vez

Pero sólo cuando no estás

Y cuando no estoy

Lejos del cielo

Porque ¿qué significa la distancia si no te extraño?

Todas las voces y los tiempos

Forman los ecos de tus palabras

Sólo cerca de vos. / Cerca de tu voz

Me llené de mentiras

Relojes de un solo paso

Oliendo el amor de la forma más sutil hasta desaparecer

No tiene nada que ver conmigo












martes, junio 30, 2009

A escribir





Shining Moon, Mystic Island by =JJCheddar77 on deviantART


Protocolo

Cuando las letras son difíciles de escribir, es muy simple y fácil escribir cada una de las palabras que se desintegran en la mente durante horas y horas, corregir cada uno de los errores, describir cada uno de los movimientos de los dedos que se levantan, resbalan y se equivocan -al empeñarse severos- en sendas barbaridades, inertes de sentido cayendo al mar de lo que no tiene significado.



A penas se acarician las superficies húmedas y saladas, se diluye entre las notas musicales de los ojos, parpado con parpado y pestaña con pestaña, una nueva mañana de otoño que comienza a respirar.

Las nubes son lentas para respirar, como lo he sido yo por muchos años. Cada vez me parece más y más lejano el momento para el que he sido concebido, me gusta creer que tengo un destino es para mantenerme tibio en esta desnudez que he creado para cada uno de mis recuerdos, pero ahora me coloco en medio de las mismas lejanías, donde un palpitante dolor se repite.

Me duele el costado.

Pero había que comenzar, tenía que sentir nuevamente lo que tanto tiempo se había macerado en este cuerpo rojizo de violencia, manchado de “ser” y “estar”, cambiante y forzosamente pensativo, nervioso y desesperadamente fingido. Respuestas que llegarían después de que la oscuridad en la que nos sume el tiempo, aclare con la vejez.

En el horizonte brillaba un diamante eterno.


Crippled black phoenix - 200 Tons of Bad Luck

Amanece.


martes, junio 16, 2009

Angelus I


- Yo no pude verlo, estaba muy oscuro y no pude verlo. Pero lo escuché acercarse desde lo profundo. Sé muy bien que no podré salvarle, sé que mi vida no basta para salvarle, sólo puedo vengarle.

No había luz alguna en el camino, todo el trayecto ocultaba viejo en las huellas de los caballos y viejo en la bruma del polvo; todo un mar de tinieblas, terribles nubarrones negros amenazaban con llover; a mi espalda, la noche rozaba los caminos y poco a poco se desvanecían en mi alma; y yo, buscaba alcanzar la eternidad desdichada que los errantes llamamos horizonte.
Me mareaba recordar las arañas de mi mente, el viento y los recuerdos y las nubes, ¡Dios mío! Esas nubes radiantes de delirio, todas afiladas en esa meseta verde de gente, de rostros bellos.

- ¿A qué le temes?
- A nada si dios está de mi lado.
- Dime la verdad. ¿A qué le temes?


Sin escuchar a nadie partí, pensado en poder huir del demonio y del amor tierno, sin mirar los rostros ni escuchar las voces que me llaman, sin oler el aroma a azahar y heno del campo en flor, sólo tinieblas en la tarde desolada para mis ojos. Estaba escrito, todos estos días estaban escritos y yo, siempre creía que estaba listo para lograr entender y controlar la verdad; yo, siempre yo.

- ¿A qué le temes?

En la lejanía de la ausencia cuento los segundos que pasan y repito sin cesar las oraciones que se precipitan sobre mis remembranzas, evocando los días solitarios de paz, como un niño que duerme un sueño tranquilo sobre el corazón de su madre, como si la mano de la virgen María me diera aliento, como un hombre listo para el ultimo sueño; pero me atormenta el tiempo y sé, que mientras más deambule buscando una cura a mi herida, mi alma vagará por sobre las hojas, por sobre el rocío y las tierras de la eternidad.
Yo era joven e inquieto, siempre guiado por la luz del alba y la piedad divina reinando en mi alma, siempre en calma y con la sabiduría gobernando mi juicio. Era joven y valiente, joven y bello; pero para alcanzar la gracia de las virtudes hay que olvidarse de otras y terminamos dejando de lado la humanidad, porque para ser un santo hay que dejar de ser un hombre.

- Te veo temblar.
- No hace tanto frió. –y tomando sus manos las calenté como se calienta las manos de los niños y sentí su piel fría y húmeda calentarse poco a poco; ella palideció por un momento y luego vi cómo el color regresaba a la flor bella que guardaba su rostro, mientras la santa se ruborizaba- vamos a orar.

Renunciar, olvidar, dejar de lado;

- Angelus Domini nuntiavit Mariae
- Et concepit de Spiritu Sancto
Ave Maria…

Un aroma a tierra mojada fluía joven sobre los recuerdos. Polvo, sombra y destierro. -Mientras se reza, hay que mantener los pies en movimiento*- y sacando un rosario de huesos, comenzó la novena deslizando la primera cuenca entre sus dedos. La tempestad se aproximaba y pronto sintió sobre la piel, que las aves alzaban vuelo, las canciones lejanas de la aldea callaban, los colores del alba se tornaba en gris y el cielo en delicado y desesperado hilo de plata que rozó su mejilla y golpeó el suelo despedazando su integridad en piezas imposibles de volver a unir, pronto fueron incontables e imposibles todos de volver a ser los mismos algún día.

- El agua moja mi rostro buscando los caminos que se marcan en mi piel, la sangre fluye bajo la piel, ¿Sabes? las venas se llevan la sangre al rostro cuando uno está cabeza abajo. –y solté sus manos con un movimiento brusco, pero amable; ya estaban tibias- eh… eso me lo dijo un sacerdote. Es muy sabio, curó a varios hombres con sus manos, sus oraciones y la gracia de dios.
- Bueno, ya terminamos, tenemos que ir a comer. Se hace tarde y Flor nos espera.
- No, no te vayas,-dije con algo trancado en la garganta, era como si todo el mundo pudiese meterse en ella y quizás, si así tendría que ser, aguantaría dos, lo haría para poder pasar un momento más a su lado- todavía no. Apenas ha comenzado a llover.

Esto no es lluvia, esto es una tormenta. Una tormenta de engaños y delicadezas validas para un mundo de tierra y flores, pero no para el páramo en el que pasaré el exilio. El miedo es parte del castigo, el miedo es el idilio, el miedo es caminar con la garganta seca en un desierto, el miedo es encontrar agua o no tener la suficiente vida para beberla.

- “Abrigado del viento y la lluvia en una cueva, como un animal”- pensé, como un animal que huye, como eso, -había perdido mi voluntad y rendido ante el instinto, un animal listo para el matadero. Nada más. Quería dormir, cuanto sueño perdido llevaba en los ojos, tanto tiempo vacío por la duda y el reflejo

Memoria cero. El sueño llegó sin preguntar.

- Sólo se posó sobre mi nariz. El cielo era gris y estaba cansado
- ¿Cuanto has caminado…?

La oscuridad de la noche había completado su sueño:
El padre cantaba ensimismado la canción que el hijo tocaba la guitarra desafinada, vestido de árbol viejo, con la solemne figura de la muerte en sus mejillas; ya sin cuerdas, la madre lloraba sobre el piano roto, el hermano menor pintaba un elefante de papel sobre sus rodillas desnudas, rodeadas de suciedad y tragedia, la niña que miraba la ventana, imaginaba su muerte empañada de vidrio; se escuchaba en la lejanía una melodía, el canto de las almas perdidas que se elevaba esperando perderse entre las gotas de lluvia de otoño.
El padre cataba meditabundo y hundido en sus lágrimas, meditabundo y perdido en sus palabras.
Escuché la canción de un hombre congelado.

- Basta, ya no quiero caminar, no quiero.
- Ya vamos a llegar ¿Ves esas luces? Es allá. No falta mucho. No te detengas.



No termina, no termina...

Es häng davon dir.


- Tengo miedo por mi alma y por mi mismo.

martes, mayo 26, 2009

A contra fe



Remolinos negros y luces amarillas intermitentes templadas a punta de lanza, tractores, caminos, luces y árboles recibir tiempo.
La luna, es un hilo de espejo triturado en mis recuerdos, duele el vidrio hecho polvo y brilla tanto…



Como si ser luz fuese todo… y sobre mi pecho se disuelve la luz en la carne y sangre que se diluyen hasta lo más profundo y horroroso: la angustia vestida hombre.
Revuelo de aves mezcladas en medias locuras blancas y verdes.


- Me muerdo las manos no las siento, mas siento las cosas -como la pena el color rojo y negro rodeando mi cabeza- y creo, quiero creer, no me animo a creer, no creo, absolutamente no creo sentir la lluvia. Pero si siento el deseo de perder la cordura a fin de revolver el cielo o infierno con mis encuestas de popularidad.
- Pobre diablo
- A eso hasta se le diría ser cool.
- ¿Qué? ¿Embarazar a tus amigas?

Con todo el ocaso en la garganta, y la cara de etc.


Seguramente el color no importa mucho mientras duermes, blanco y negro o tecnicolor.


Me revuelvo en mi bolsillo.

- Atormentado por que siempre pienso en lo bello y en las cosas que no lo son. Creo que varias veces, rara vez, muy pocas, casi nunca, nunca he visto el atardecer con esa manillita que colgaba de mi mano izquierda que no acepta regalos.



Magnetismo encarnado en humanidad fragilizada, cristalizada, conservada en gel o en medio de una mermelada agridulce, magnetismo oscuro a los atardeceres robustos de piel.



Polux se enfermó de soñar media hora y revisó su correo electrónico.
Nada nuevo, conversaciones nuevas, la sabiduría del pueblo:

- Es genial que algo te quiera sin importar nada. Es casi perfecto si no mordiera por diversión…
- Oh y las pilas…
- Sí las pilas, como olvidar ese rinconcito que nunca conocemos ni vemos peor ahí esta siempre para agarrarlo por los sueños.
- recibes lo que das ¿no? si te bajan dos golpes de un diente da lo mismo como si fuese de uno a dos.



you got the music in you

viernes, mayo 15, 2009

Jump into a volcano


No sabes lo que puede hacerle a uno la tristeza. Muchas veces lo he imaginado y quizás lleguemos a la conclusión (digo lleguemos, por que espero que algo de este pensamiento también sea tuyo) de que quizás “nosotros” también sea una mentira.

Parece que existimos o nos gusta pensar que así bien -igual que las aves o los perros que paseamos- existimos. Mucho tiempo hemos visto y creído en los espejos que se muestran brillantes ante nuestros ojos, hasta perdernos en ese radiante brillo inexistente de viento y papel, hoy llamado Facebook. Siempre la duda… y esos ángeles de 22 amaneceres que en una vida son cicatrices y lágrimas de verano que se oculta y termina siempre pintando la lejanía con sus variados colores: verde, tan verde como cuando de niños, o ese imposible violeta grisáceo que se configura en azul mar para nuestras ventanas.

A veces sueño con guerra, y a veces quisiera que ese fusil con el que tanto sueño sea real para volar mi cabeza y acabar así con el miedo. Miedo… una palabrita de dos sílabas con tres vocales tan fáciles que hasta los niños la reconocen sin conocer su significado, está ahí pintado en un callejón oscuro, en los ojos de un diablo ardoroso de alcohol o calor de piel sudorosa en sangre. Es terrible vivir con miedo. Yo no te temo, pero sí me asustas. Que no es lo mismo que confundirse en el miedo, esto sólo me deja aletargado y meditabundo, como no soy y como nunca me conociste. Ahí oculto entre estas letras dice que si nos conocemos, pero no nos damos cuenta de lo que sabemos hasta que simplemente lo repetimos en silencio en nuestras cabezas. Y tenemos la certeza de una cosa que quizás nunca será nuestra o que quizás siempre lo fue pero no lo notamos, ni lo notaremos.

Debilidad es sólo lo que tienen nuestras almas. Yo creo en una, o que quizás formé una de los pedazos que uno recoge a medida que va creciendo, veras si te pones a pensar un poco en lo que eres y asimilaste de los demás. A veces recuerdo… a veces recuerdo…

No creas que estoy triste, yo no sé lo que es estar triste, sólo sé que a veces recuerdo.






Nota: esta es una carta que hice, pero no entiendo todavía cómo es posible que uno pueda escribir esas cosas

martes, mayo 05, 2009

Ten minutes early


De momento, llevo diez minutos de adelanto. No es tarde, es muy temprano. Me extraña el color de las cosas cuando no hay un cigarrillo en mi boca, son tan coloridas… y todo el gris entonces es sólo parte de los recuerdos… ¿podemos esperar más? No lo creo… llevo muchas ideas por pensar retrasadas y me incomoda un poco el aliento de la tarde atascada en cada una de esas delicadas sombras rubias y morenas que van por un café… unas sonríen y charlan otras caminan y se muestran ajenas a la lluvia de otoño que piensa en caer… pero nunca cae.
Me mostré algo aletargado al mirar cómo la sombra blanca se deslizaba de un lado a otro intentando llegar a imitar el movimiento del viento que se apresuraba en levantar mi cabello. No es muy bueno esperar tanto, sobre todo cuando se tienen diez minutos de adelanto.

A veces me pierdo dentro de los relojes descompuestos y a veces me pierdo entre las sombras coloridas que recorren la niebla.











¿Quien quiere ir a casa ahora?

martes, abril 28, 2009

Lo que le sucedió al mundo mientras dormías:






La debilidad invade a la carne, los brazos tiemblan y tiemblan
La fuerza cede a los sueños
Y la voluntad va respirando, te pesan las nubes, las sonrisas, los sueños…
La debilidad se apodera de tus huesos y se diluye el tiempo
Un día los cometas sugirieron amarnos
Un día la los cometas convinieron en dejarnos
Un día que empezaba a nacer se rompía
Un día desperté con una pena atada a mis zapatos, y no pude quitarla más.

Un corazón que no podía más



Latía…





El mundo es un oceano de herrumbre

viernes, abril 17, 2009

Diablitos



- Las historias sin dueño o con sueño, son comúnmente edades, son sueño o son asperezas.
El mundo, sin lugar a dudas, es cruel.

Me gusta cómo suena eso. -Con las manos sudorosas y con los labios resecos, la camisa negra sucia de grasa y esas cosas que te caen o mejor dicho, con las que despiertas al dormir en el suelo sucio de la calle- “Caminé por las calles vacías y todas llenas de luz, invaden mi corazón, las calles las luces y los ruidos, se sienten los callejones angostos y los peatones pesados, se reafirman las calles redondas y las rosadas… se instalan, se llenan…”

Y como un pedazo de vidrio clavado en el ojo del que todo lo ve, las angosturas del corazón de los hombres término pintado quam benigna maldad. La tristeza invade comúnmente a los borrachos con la madrugada, aborda cada estrecho rincón de la piel sudorosa y de los pies fríos de pedazos moribundos en cuero putrefacto. ¿Son sueños? ¿Son realidades crueles o son asperezas?

- Invaden mi corazón, invaden mi corazón, invaden mi corazón….

Invaden todas las angosturas los pensamientos, la lejanía y la realidad. Unos pasos más se alejan del camino que lleva a casa, nuevamente en esos caminos tan coloridamente grises muertos y fríos.

- Llévame de la realidad al sueño- Y bebió hasta que el licor coloreó las paredes grises en azul compañía. - Quam amoena.






El mundo no es cruel, es sólo otro incomprendido.