Alas!

Creo que no te quiero,

que solamente quiero la imposibilidad

tan obvia de querertecomo la mano izquierda

enamorada de ese guante

que vive en la derecha.

Julio Cortázar Más Poemas para Cris IV

Me levante con un una pena. El sol no brillaba como lo hace todos los días, el azul pasa fácilmente entre mis dedos y poco queda del brillo opaco irremediable de mis recuerdos.
Estaba totalmente cegado, cuando un segundo pensamiento llega a mi cabeza: el sentir el desencanto de saber que estoy vivo.
Poco a poco las luces se fueron aclarando y mientras mis pies sentían que el calor, que emanaban de ellos, miraba el techo de marfil y el destino se mezclaba con el canto de milquienietassicuentayoccho cielos alejados de las estrellas, donde mi corazón ya no tenía el valor de latir.
Poco a poco me levanté, cogí el cepillo, me duché, tomé mi desayuno de campeones, puse un pie delante del otro, cerré la puerta con mucha calmita… deslicé mis pies por las calles de cemento mientras en mi cabeza retumbaba un pprghpgfsaftpfghphpaaagdcvayiafthjaaafgetbtthrgdgfgdgaepprdfaaaayukyj,rjthntulaaaaadddddddddddmmhjilfero.ioññmmuuuusssskjluioñgfelsrtaathgrtarfthrfqfg!!!! bye bye honey…

No existen motivos en mis creencias para ser honesto, pero con cada paso que daba me levantaba un poco del sueño que me nublaba los ojos.
Y nuevamente decidí ocultarme.

Las sombras que estaban a la esquina de mi casa, se habían escondido hasta la noche, así que volví a mi cuarto con el mismo

pprghpgfsaftpfghphpaaagdcvayiafthjaaafgetbtthrgdgfgdgaepprdfaaaayukyj,rjthntulaaaaadddddddddddmmhjilfero.ioññmmuuuusssskjluioñgfelsrtaathgrtarfthrfqfg!!!! bye bye honey…

Y entre mis ojos y el olor a sueño que me despertaba: sólo una sonrisa.

CUANTAS VECES UNO SE PREGUNTA LO MISMO:

¿Dónde mierda está mi cepillo?

Estaba alamando tanto mis sueños que no noté que estos sólo querían darme espiranles relunquilos y (súper) helaiges (aya ta zu kute moiñii)… pero estaba tan dormido entonces quizás no recuerde que me dormí de pena, antes de escribir esto.

Tome las decisiones. En un raro silencio...