Una más

Cada día madura tu sonrisa.
Nuca olvidaré o que puedes hacer son la lengua, esa manía tuya de siempre estar sonriendo y como te movías cuando estábamos sobre tu cama.
Caminábamos, sí, caminábamos.
Y muchas veces te dije que te amo, mas el deseo es más fuerte que el amor y así fuiste mía.
Como un caliente día de verano en un frígido noche de invierno.
Te abriste como una flor a los primeros rayos del día y me envolviste con tus pétalos, oasis dorado de miel y aromas.
También caminabas a mi alrededor.
Como si nunca más fuera a vivir, pase horas enteras bajo el yugo de tu amor, horas que se convirtieron en días, días que fueron meses, debilitando mis días, y censurando mis oraciones.
Pues tus pétalos forjaron rígida prisión de aromas, de miel, pero eso no le quita lo de cárcel.
Hoy mucho tiempo después te recuerdo, ya que nunca escribí nada acerca de ti.




Secret smile